Chords for YESENIA FLORES
Tempo:
125.55 bpm
Chords used:
Cm
Bb
Em
Ab
Tuning:Standard Tuning (EADGBE)Capo:+0fret
Start Jamming...
¿Te
fijaste qué sencilla [Em] es?
¿Cómo
están?
Muy bien, ¿y
ustedes?
Bien, gracias a Dios.
¿Pueden
saludarlas?
¿Cómo
están?
Bien, ¿qué
siento? Hermosas, flaquitas.
[N] Hermosas.
Gracias, nos encanta que estén aquí en Viva La Familia.
Y bueno, ustedes no se muevan porque enseguida volvemos para conversar con ellas
y disfrutar de su música y aprender unas lecciones de vida maravillosas,
de un reto bastante duro que tuvieron que enfrentar como familia hace algunos [Cm] años.
No se muevan, que volvemos ya.
[Ab] [Bb] Qué bueno que siguen con nosotros aquí [Cm] en Viva La Familia de estos dos [N] bebés.
Y ahora nos acompaña Yesenia y su hija Hilda,
quien van a platicar con nosotras y a deleitarnos con su música al ratito.
Bienvenidas.
Muchas gracias.
Yo quiero saber algo.
Yo veo que en tu familia, Yesenia, hay una relación muy estrecha con todos,
pero ¿cómo
hacen cuando una hija entra a la adolescencia como Hilda?
¿Cómo
hacen para mantenerse tan amigas?
Yo creo que es la comunicación y las bases que te dan en tu casa.
La solidez de mi mamá, de mi papá, el temor a Dios.
Yo creo que es lo que te hace más fácil esa odisea de la adolescencia
porque tengo dos adolescentes y, en verdad, cuando ellas empezaron a entrar a la pubertad,
da pánico, da terror.
Y te da mucho miedo porque no sabes cómo hablar con ellos
porque cualquier movimiento en falso los retira un poquito.
Entonces tratamos de platicar todo el tiempo.
El único problema que tengo es el teléfono, que es el que me rompe la comunicación con ellas,
pero yo soy la culpable, no ellas.
Si estoy con el novio, no, no, soy yo la que estoy ahí poniendo el teléfono siempre por medio.
Oye, Yesenia, y cuéntanos, hace algunos años tu familia atravesó por un momento difícil, sabemos,
y hoy quieres compartirlo con nuestro público.
Cuéntanos qué fue lo que pasó.
Siempre he tenido problemas de sobrepeso.
Toda mi vida desde chiquita, la gente que me conoce desde que empecé cantando con mi mamá,
que se llama Chelo, y era yo, Jenny la niña de la mochila azul.
Me han visto en películas y siempre el yo-yo, arriba y abajo, sobre el peso.
Y la gente ha sido bastante benevolente conmigo, pero yo no.
Yo era mi propia enemiga.
Sí, entonces yo era la persona más mala conmigo.
Y siempre, bueno, fetaminas, dietas, ayunos, todo lo que puedan imaginarse para bajar de peso,
soy una gran conocedora de toda esa materia.
Y hace cuatro años, no haciendo caso a mi esposo que es médico,
fui y compré un jugo mágico que se anuncia como milagrosamente bajas 10 libras en dos días.
A mí se me olvidó que los milagros solamente los hace Dios.
Y no haciendo caso a recomendaciones de mi esposo, me tomé este jugo para bajar de peso
y me provoqué una microembolia, que es un coagulito de sangre en el cerebro.
Y ya te lo platico tranquila y sin llorar, ¿no?
Claro, gracias.
Pero fue muy difícil porque tuve la dicha de contar con una familia maravillosa que estuviera ahí conmigo,
que me enseñaron a bañarme, me enseñaron a caminar, me enseñaron a hablar, me enseñaron a comer,
me enseñaron a vivir otra vez.
Ellos son los que me han dado fuerza para seguir adelante.
Y lo bueno de todo esto es que mi familia sigue ahí porque el marido a veces se espanta y corre y se va.
Y el marido se quedó ahí, los niños no se me escarrilaron, cada quien tomó un camino diferente.
Pero ¿cuánto
tiempo te llevó esto?
Porque no sabemos el proceso,
pero me imagino que fue bastante duro y difícil, ¿pero
fue mucho tiempo?
La microembolia te pega de un ratito a otro, es un segundo que te cambia la vida.
Yo sentía que yo estaba realizada y que yo ya podía terminar mi vida y no, no es cierto.
Me faltaban muchas cosas por vivir, mis hijos estaban
Tu familia, ¿no?
Aquí se me va a doler.
Mis hijos estaban muy chiquitos, mi niña grande tenía 14 añitos y
No, estás en casita, estás en casa, no te preocupes.
Lo importante es que de verdad yo creo que todos con familia salieron fortalecidos, Yesenia.
Sí, es el mejor mensaje, ¿sabes?
Lo positivo, que te diste cuenta todavía del valor extra.
Ya tenían un valor muy importante tu familia, pero aún más tu marido, tus hijos,
tú misma que te da mucho más fuerza y mucho más valor para enfrentar la vida
y ahora poderla disfrutar así contándonos eso.
Y agradeciendo plenamente cada día, lo vivo como si fuera el último en mi vida
porque después de esta elección, yo no sé si hay mañana, ayer ya no me importa,
hoy por hoy nada más, solo por hoy como los alcohólicos, trato de disfrutarlo al máximo,
trato de agradecer el amanecer porque nadie agradecemos el amanecer,
en verdad estamos tan agobiados con problemas.
Ahora sé que sigo gordita, pero soy hija de un rey, entonces yo soy hermosa
y me veo en el espejo todos los días, digo, qué mujer tan hermosa,
de esto te volaste la barba porque qué mujerones hiciste.
Y no hay día triste para mí, todos los días son hermosos.
Qué mensaje, de verdad.
Y eso te dejó una cosa tan bonita y tan positiva que te das cuenta que la vida la ves de otra manera.
Entonces, no quieres que pasen esas cosas para aprender esto, pero bueno, ya que pasó,
tomas todo lo bonito, todo lo bueno, lo positivo y mira, aquí estás para cantarnos además con tu tesoro.
De verdad te agradecemos que nos compartas algo tan personal
y que nos ha llegado al corazón de todo lo que estamos viendo.
Yo creo que a todas las familias les está llegando tu sentimiento, tu cariño,
la emoción con lo que lo cuentas y te agradecemos que sea aquí
porque es un programa familiar en el que esto precisamente unió más a la familia.
Sí, mujeres, quiénes sean como son, por favor.
Ámense, respétense como son.
Chaparritas, gorditas, flacas, pelonas, con mucho cabello, somos maravillosas.
No hay nunca este año tan bien.
Aunque estemos desarregladas y recién levantadas, somos hermosas.
Y arriba las mujeres.
Y bueno, ahora esta chiquita hermosa, Gilda, nos va a ayudar a presentar
uno de los segmentos favoritos de la familia.
Adelante, mi amor.
Gracias, Araceli.
[Bb] Amigos, ahora los invito a disfrutar con Urba Neta
y los divertidos chicos del barrio.
[N]
fijaste qué sencilla [Em] es?
¿Cómo
están?
Muy bien, ¿y
ustedes?
Bien, gracias a Dios.
¿Pueden
saludarlas?
¿Cómo
están?
Bien, ¿qué
siento? Hermosas, flaquitas.
[N] Hermosas.
Gracias, nos encanta que estén aquí en Viva La Familia.
Y bueno, ustedes no se muevan porque enseguida volvemos para conversar con ellas
y disfrutar de su música y aprender unas lecciones de vida maravillosas,
de un reto bastante duro que tuvieron que enfrentar como familia hace algunos [Cm] años.
No se muevan, que volvemos ya.
[Ab] [Bb] Qué bueno que siguen con nosotros aquí [Cm] en Viva La Familia de estos dos [N] bebés.
Y ahora nos acompaña Yesenia y su hija Hilda,
quien van a platicar con nosotras y a deleitarnos con su música al ratito.
Bienvenidas.
Muchas gracias.
Yo quiero saber algo.
Yo veo que en tu familia, Yesenia, hay una relación muy estrecha con todos,
pero ¿cómo
hacen cuando una hija entra a la adolescencia como Hilda?
¿Cómo
hacen para mantenerse tan amigas?
Yo creo que es la comunicación y las bases que te dan en tu casa.
La solidez de mi mamá, de mi papá, el temor a Dios.
Yo creo que es lo que te hace más fácil esa odisea de la adolescencia
porque tengo dos adolescentes y, en verdad, cuando ellas empezaron a entrar a la pubertad,
da pánico, da terror.
Y te da mucho miedo porque no sabes cómo hablar con ellos
porque cualquier movimiento en falso los retira un poquito.
Entonces tratamos de platicar todo el tiempo.
El único problema que tengo es el teléfono, que es el que me rompe la comunicación con ellas,
pero yo soy la culpable, no ellas.
Si estoy con el novio, no, no, soy yo la que estoy ahí poniendo el teléfono siempre por medio.
Oye, Yesenia, y cuéntanos, hace algunos años tu familia atravesó por un momento difícil, sabemos,
y hoy quieres compartirlo con nuestro público.
Cuéntanos qué fue lo que pasó.
Siempre he tenido problemas de sobrepeso.
Toda mi vida desde chiquita, la gente que me conoce desde que empecé cantando con mi mamá,
que se llama Chelo, y era yo, Jenny la niña de la mochila azul.
Me han visto en películas y siempre el yo-yo, arriba y abajo, sobre el peso.
Y la gente ha sido bastante benevolente conmigo, pero yo no.
Yo era mi propia enemiga.
Sí, entonces yo era la persona más mala conmigo.
Y siempre, bueno, fetaminas, dietas, ayunos, todo lo que puedan imaginarse para bajar de peso,
soy una gran conocedora de toda esa materia.
Y hace cuatro años, no haciendo caso a mi esposo que es médico,
fui y compré un jugo mágico que se anuncia como milagrosamente bajas 10 libras en dos días.
A mí se me olvidó que los milagros solamente los hace Dios.
Y no haciendo caso a recomendaciones de mi esposo, me tomé este jugo para bajar de peso
y me provoqué una microembolia, que es un coagulito de sangre en el cerebro.
Y ya te lo platico tranquila y sin llorar, ¿no?
Claro, gracias.
Pero fue muy difícil porque tuve la dicha de contar con una familia maravillosa que estuviera ahí conmigo,
que me enseñaron a bañarme, me enseñaron a caminar, me enseñaron a hablar, me enseñaron a comer,
me enseñaron a vivir otra vez.
Ellos son los que me han dado fuerza para seguir adelante.
Y lo bueno de todo esto es que mi familia sigue ahí porque el marido a veces se espanta y corre y se va.
Y el marido se quedó ahí, los niños no se me escarrilaron, cada quien tomó un camino diferente.
Pero ¿cuánto
tiempo te llevó esto?
Porque no sabemos el proceso,
pero me imagino que fue bastante duro y difícil, ¿pero
fue mucho tiempo?
La microembolia te pega de un ratito a otro, es un segundo que te cambia la vida.
Yo sentía que yo estaba realizada y que yo ya podía terminar mi vida y no, no es cierto.
Me faltaban muchas cosas por vivir, mis hijos estaban
Tu familia, ¿no?
Aquí se me va a doler.
Mis hijos estaban muy chiquitos, mi niña grande tenía 14 añitos y
No, estás en casita, estás en casa, no te preocupes.
Lo importante es que de verdad yo creo que todos con familia salieron fortalecidos, Yesenia.
Sí, es el mejor mensaje, ¿sabes?
Lo positivo, que te diste cuenta todavía del valor extra.
Ya tenían un valor muy importante tu familia, pero aún más tu marido, tus hijos,
tú misma que te da mucho más fuerza y mucho más valor para enfrentar la vida
y ahora poderla disfrutar así contándonos eso.
Y agradeciendo plenamente cada día, lo vivo como si fuera el último en mi vida
porque después de esta elección, yo no sé si hay mañana, ayer ya no me importa,
hoy por hoy nada más, solo por hoy como los alcohólicos, trato de disfrutarlo al máximo,
trato de agradecer el amanecer porque nadie agradecemos el amanecer,
en verdad estamos tan agobiados con problemas.
Ahora sé que sigo gordita, pero soy hija de un rey, entonces yo soy hermosa
y me veo en el espejo todos los días, digo, qué mujer tan hermosa,
de esto te volaste la barba porque qué mujerones hiciste.
Y no hay día triste para mí, todos los días son hermosos.
Qué mensaje, de verdad.
Y eso te dejó una cosa tan bonita y tan positiva que te das cuenta que la vida la ves de otra manera.
Entonces, no quieres que pasen esas cosas para aprender esto, pero bueno, ya que pasó,
tomas todo lo bonito, todo lo bueno, lo positivo y mira, aquí estás para cantarnos además con tu tesoro.
De verdad te agradecemos que nos compartas algo tan personal
y que nos ha llegado al corazón de todo lo que estamos viendo.
Yo creo que a todas las familias les está llegando tu sentimiento, tu cariño,
la emoción con lo que lo cuentas y te agradecemos que sea aquí
porque es un programa familiar en el que esto precisamente unió más a la familia.
Sí, mujeres, quiénes sean como son, por favor.
Ámense, respétense como son.
Chaparritas, gorditas, flacas, pelonas, con mucho cabello, somos maravillosas.
No hay nunca este año tan bien.
Aunque estemos desarregladas y recién levantadas, somos hermosas.
Y arriba las mujeres.
Y bueno, ahora esta chiquita hermosa, Gilda, nos va a ayudar a presentar
uno de los segmentos favoritos de la familia.
Adelante, mi amor.
Gracias, Araceli.
[Bb] Amigos, ahora los invito a disfrutar con Urba Neta
y los divertidos chicos del barrio.
[N]
Key:
Cm
Bb
Em
Ab
Cm
Bb
Em
Ab
_ _ _ ¿Te
fijaste qué sencilla [Em] es?
¿Cómo
están?
Muy bien, ¿y
ustedes?
Bien, gracias a Dios.
¿Pueden
saludarlas?
_ ¿Cómo
están?
Bien, ¿qué
siento? Hermosas, flaquitas.
[N] _ Hermosas.
Gracias, nos encanta que estén aquí en Viva La Familia.
Y bueno, ustedes no se muevan porque enseguida volvemos para conversar con ellas
y disfrutar de su música y aprender unas lecciones de vida maravillosas,
de un reto bastante duro que tuvieron que enfrentar como familia hace algunos [Cm] años.
No se muevan, que volvemos ya.
[Ab] _ _ [Bb] Qué bueno que siguen con nosotros aquí [Cm] en Viva La Familia de estos dos [N] bebés.
Y ahora nos acompaña Yesenia y su hija Hilda,
quien van a platicar con nosotras y a deleitarnos con su música al ratito.
Bienvenidas.
Muchas gracias.
Yo quiero saber algo.
Yo veo que en tu familia, Yesenia, hay una relación muy estrecha con todos,
pero ¿cómo
hacen cuando una hija entra a la adolescencia como Hilda?
¿Cómo
hacen para mantenerse tan amigas?
Yo creo que es la comunicación y las bases que te dan en tu casa.
La solidez de mi mamá, de mi papá, el temor a Dios.
Yo creo que es lo que te hace _ más fácil esa odisea de la adolescencia
porque tengo dos _ _ adolescentes y, en verdad, cuando ellas empezaron a entrar a la pubertad,
da pánico, da terror.
Y te da mucho miedo porque no sabes cómo hablar con ellos
porque cualquier _ movimiento en falso los retira un poquito.
Entonces tratamos de platicar todo el tiempo.
El único problema que tengo es el teléfono, que es el que me rompe la comunicación con ellas,
pero yo soy la culpable, no ellas.
Si estoy con el novio, no, no, soy yo la que estoy ahí poniendo el teléfono siempre por medio.
Oye, Yesenia, y cuéntanos, hace algunos años tu familia atravesó por un momento difícil, sabemos,
y hoy quieres compartirlo con nuestro público.
Cuéntanos qué fue lo que pasó.
Siempre he tenido problemas de sobrepeso.
Toda mi vida desde chiquita, la gente que me conoce desde que empecé cantando con mi mamá,
que se llama Chelo, y era yo, Jenny la niña de la mochila azul.
Me han visto en películas y siempre el yo-yo, arriba y abajo, sobre el peso.
Y la gente ha sido bastante benevolente conmigo, pero yo no.
Yo era mi propia enemiga.
Sí, entonces yo era la persona más mala conmigo.
Y siempre, bueno, fetaminas, dietas, ayunos, todo lo que puedan imaginarse para bajar de peso,
soy una gran _ conocedora de toda esa materia.
Y hace cuatro años, no haciendo caso a mi esposo que es médico,
fui y compré un jugo mágico que se anuncia como _ milagrosamente bajas 10 libras en dos días.
A mí se me olvidó que los milagros solamente los hace Dios.
Y no haciendo caso a recomendaciones de mi esposo, me tomé este jugo para bajar de peso
y me provoqué una microembolia, que es un _ _ coagulito de sangre en el cerebro.
_ _ Y ya te lo platico tranquila y sin llorar, ¿no?
Claro, gracias.
Pero fue muy difícil porque _ tuve la dicha de contar con una familia maravillosa que estuviera ahí conmigo,
que me enseñaron a bañarme, me enseñaron a caminar, me enseñaron a hablar, me enseñaron a comer,
me enseñaron a _ _ vivir otra vez.
Ellos son los que me han dado fuerza para _ seguir adelante.
Y lo bueno de todo esto es que mi familia sigue ahí porque el marido a veces se espanta y corre y se va.
Y el marido se quedó ahí, los niños no se me escarrilaron, cada quien tomó un camino diferente.
Pero ¿cuánto
tiempo te llevó esto?
Porque no sabemos el proceso,
pero me imagino que fue bastante duro y difícil, ¿pero
fue mucho tiempo?
La microembolia te pega de un ratito a otro, es un segundo que te cambia la vida.
Yo sentía que yo estaba _ realizada y que yo ya podía terminar mi vida y no, no es cierto.
Me faltaban muchas cosas por vivir, mis hijos estaban_
Tu familia, ¿no?
Aquí se me va a doler.
Mis hijos estaban muy chiquitos, mi niña grande tenía 14 añitos _ _ y_
No, estás en casita, estás en casa, no te preocupes.
Lo importante es que de verdad yo creo que todos con familia salieron fortalecidos, Yesenia.
Sí, es el mejor mensaje, ¿sabes?
Lo positivo, que te diste cuenta todavía del valor extra.
Ya tenían un valor muy importante tu familia, pero aún más tu marido, tus hijos,
tú misma que te da mucho más fuerza y mucho más valor para enfrentar la vida
y ahora poderla disfrutar así contándonos eso.
Y agradeciendo plenamente cada día, lo vivo como si fuera el último en mi vida
porque _ después de esta elección, yo no sé si hay mañana, ayer ya no me importa,
hoy por hoy nada más, solo por hoy como los alcohólicos, trato de disfrutarlo al máximo,
trato de _ agradecer el amanecer porque nadie agradecemos el amanecer,
en verdad estamos tan agobiados con problemas.
Ahora sé que sigo gordita, pero soy hija de un rey, entonces yo soy hermosa
y me veo en el espejo todos los días, digo, qué mujer tan hermosa,
de esto te volaste la barba porque qué mujerones hiciste.
Y no hay día triste para mí, todos los días son hermosos.
Qué mensaje, de verdad.
Y eso te dejó una cosa tan bonita y tan positiva que te das cuenta que la vida la ves de otra manera.
Entonces, no _ quieres que pasen esas cosas para aprender esto, pero bueno, ya que pasó,
tomas todo lo bonito, todo lo bueno, lo positivo y mira, aquí estás para cantarnos además con tu tesoro.
De verdad te agradecemos que nos compartas algo tan personal
y que nos ha llegado al corazón de todo lo que estamos viendo.
Yo creo que a todas las familias les está llegando tu sentimiento, tu cariño,
la emoción con lo que lo cuentas y te agradecemos que sea aquí
porque es un programa familiar en el que esto precisamente unió más a la familia.
Sí, mujeres, quiénes sean como son, por favor.
Ámense, respétense como son.
Chaparritas, gorditas, flacas, pelonas, con mucho cabello, _ somos maravillosas.
No hay nunca este año tan bien.
Aunque estemos desarregladas y recién levantadas, somos hermosas. _ _
Y arriba las mujeres.
_ Y _ bueno, ahora esta chiquita hermosa, Gilda, nos va a ayudar a presentar
uno de los segmentos favoritos de la familia.
Adelante, mi amor.
Gracias, Araceli.
[Bb] Amigos, ahora los invito a disfrutar con Urba Neta
y los divertidos chicos del barrio.
[N] _ _
fijaste qué sencilla [Em] es?
¿Cómo
están?
Muy bien, ¿y
ustedes?
Bien, gracias a Dios.
¿Pueden
saludarlas?
_ ¿Cómo
están?
Bien, ¿qué
siento? Hermosas, flaquitas.
[N] _ Hermosas.
Gracias, nos encanta que estén aquí en Viva La Familia.
Y bueno, ustedes no se muevan porque enseguida volvemos para conversar con ellas
y disfrutar de su música y aprender unas lecciones de vida maravillosas,
de un reto bastante duro que tuvieron que enfrentar como familia hace algunos [Cm] años.
No se muevan, que volvemos ya.
[Ab] _ _ [Bb] Qué bueno que siguen con nosotros aquí [Cm] en Viva La Familia de estos dos [N] bebés.
Y ahora nos acompaña Yesenia y su hija Hilda,
quien van a platicar con nosotras y a deleitarnos con su música al ratito.
Bienvenidas.
Muchas gracias.
Yo quiero saber algo.
Yo veo que en tu familia, Yesenia, hay una relación muy estrecha con todos,
pero ¿cómo
hacen cuando una hija entra a la adolescencia como Hilda?
¿Cómo
hacen para mantenerse tan amigas?
Yo creo que es la comunicación y las bases que te dan en tu casa.
La solidez de mi mamá, de mi papá, el temor a Dios.
Yo creo que es lo que te hace _ más fácil esa odisea de la adolescencia
porque tengo dos _ _ adolescentes y, en verdad, cuando ellas empezaron a entrar a la pubertad,
da pánico, da terror.
Y te da mucho miedo porque no sabes cómo hablar con ellos
porque cualquier _ movimiento en falso los retira un poquito.
Entonces tratamos de platicar todo el tiempo.
El único problema que tengo es el teléfono, que es el que me rompe la comunicación con ellas,
pero yo soy la culpable, no ellas.
Si estoy con el novio, no, no, soy yo la que estoy ahí poniendo el teléfono siempre por medio.
Oye, Yesenia, y cuéntanos, hace algunos años tu familia atravesó por un momento difícil, sabemos,
y hoy quieres compartirlo con nuestro público.
Cuéntanos qué fue lo que pasó.
Siempre he tenido problemas de sobrepeso.
Toda mi vida desde chiquita, la gente que me conoce desde que empecé cantando con mi mamá,
que se llama Chelo, y era yo, Jenny la niña de la mochila azul.
Me han visto en películas y siempre el yo-yo, arriba y abajo, sobre el peso.
Y la gente ha sido bastante benevolente conmigo, pero yo no.
Yo era mi propia enemiga.
Sí, entonces yo era la persona más mala conmigo.
Y siempre, bueno, fetaminas, dietas, ayunos, todo lo que puedan imaginarse para bajar de peso,
soy una gran _ conocedora de toda esa materia.
Y hace cuatro años, no haciendo caso a mi esposo que es médico,
fui y compré un jugo mágico que se anuncia como _ milagrosamente bajas 10 libras en dos días.
A mí se me olvidó que los milagros solamente los hace Dios.
Y no haciendo caso a recomendaciones de mi esposo, me tomé este jugo para bajar de peso
y me provoqué una microembolia, que es un _ _ coagulito de sangre en el cerebro.
_ _ Y ya te lo platico tranquila y sin llorar, ¿no?
Claro, gracias.
Pero fue muy difícil porque _ tuve la dicha de contar con una familia maravillosa que estuviera ahí conmigo,
que me enseñaron a bañarme, me enseñaron a caminar, me enseñaron a hablar, me enseñaron a comer,
me enseñaron a _ _ vivir otra vez.
Ellos son los que me han dado fuerza para _ seguir adelante.
Y lo bueno de todo esto es que mi familia sigue ahí porque el marido a veces se espanta y corre y se va.
Y el marido se quedó ahí, los niños no se me escarrilaron, cada quien tomó un camino diferente.
Pero ¿cuánto
tiempo te llevó esto?
Porque no sabemos el proceso,
pero me imagino que fue bastante duro y difícil, ¿pero
fue mucho tiempo?
La microembolia te pega de un ratito a otro, es un segundo que te cambia la vida.
Yo sentía que yo estaba _ realizada y que yo ya podía terminar mi vida y no, no es cierto.
Me faltaban muchas cosas por vivir, mis hijos estaban_
Tu familia, ¿no?
Aquí se me va a doler.
Mis hijos estaban muy chiquitos, mi niña grande tenía 14 añitos _ _ y_
No, estás en casita, estás en casa, no te preocupes.
Lo importante es que de verdad yo creo que todos con familia salieron fortalecidos, Yesenia.
Sí, es el mejor mensaje, ¿sabes?
Lo positivo, que te diste cuenta todavía del valor extra.
Ya tenían un valor muy importante tu familia, pero aún más tu marido, tus hijos,
tú misma que te da mucho más fuerza y mucho más valor para enfrentar la vida
y ahora poderla disfrutar así contándonos eso.
Y agradeciendo plenamente cada día, lo vivo como si fuera el último en mi vida
porque _ después de esta elección, yo no sé si hay mañana, ayer ya no me importa,
hoy por hoy nada más, solo por hoy como los alcohólicos, trato de disfrutarlo al máximo,
trato de _ agradecer el amanecer porque nadie agradecemos el amanecer,
en verdad estamos tan agobiados con problemas.
Ahora sé que sigo gordita, pero soy hija de un rey, entonces yo soy hermosa
y me veo en el espejo todos los días, digo, qué mujer tan hermosa,
de esto te volaste la barba porque qué mujerones hiciste.
Y no hay día triste para mí, todos los días son hermosos.
Qué mensaje, de verdad.
Y eso te dejó una cosa tan bonita y tan positiva que te das cuenta que la vida la ves de otra manera.
Entonces, no _ quieres que pasen esas cosas para aprender esto, pero bueno, ya que pasó,
tomas todo lo bonito, todo lo bueno, lo positivo y mira, aquí estás para cantarnos además con tu tesoro.
De verdad te agradecemos que nos compartas algo tan personal
y que nos ha llegado al corazón de todo lo que estamos viendo.
Yo creo que a todas las familias les está llegando tu sentimiento, tu cariño,
la emoción con lo que lo cuentas y te agradecemos que sea aquí
porque es un programa familiar en el que esto precisamente unió más a la familia.
Sí, mujeres, quiénes sean como son, por favor.
Ámense, respétense como son.
Chaparritas, gorditas, flacas, pelonas, con mucho cabello, _ somos maravillosas.
No hay nunca este año tan bien.
Aunque estemos desarregladas y recién levantadas, somos hermosas. _ _
Y arriba las mujeres.
_ Y _ bueno, ahora esta chiquita hermosa, Gilda, nos va a ayudar a presentar
uno de los segmentos favoritos de la familia.
Adelante, mi amor.
Gracias, Araceli.
[Bb] Amigos, ahora los invito a disfrutar con Urba Neta
y los divertidos chicos del barrio.
[N] _ _